ÁLVARO OBREGÓN
(1920-1924)
Álvaro obregón
se convirtió en presidente constitucional de México en la media noche del 1
diciembre de 1920. Durante su mandato intento concluir el proceso de
pasificación nacional que inicio Adolfo dela huerta, y comenzó la repartición
de tierras a las campesinos del estado
de México y Morelos, como parte de su apoyo de reforma social.
José Vasconcelos
era un intelectual mexicano que fue ministro de instrucción pública en el
gobierno de roque garza, presidente convencionista. Al triunfar Carranza en la guerra civil se exilió Idaho
pero volvió en 1920 para dirigir la universidad nacional. 0bregon decidió restituir
al antiguo ministro de instrucción pública, que fue suprimido por Carranza en
1918, y esta nueva institución nació con el nombre de secretaria de educación pública
dirigida por Vasconcelos y creada en 1921. Desde esta plaza Vasconcelos efectuó
su plan de Fundación de escuelas rurales, formación de nuevos maestros y
edición de clásicos de la literatura, como la divina comedia y otras obras de autores como platón. Además Vasconcelos
impulso las escuelas de artes y oficios donde se enseñaban estas disciplinas a
los jóvenes y en ocasiones a los adultos. Promociono a los artistas plásticos y
les otorgó espacios para realizar sus obras, como diego rivera, José clemente
Orozco y David Alaro Siqueiros.
En la política
obregón intento mantener el control y equilibrio de la fuerzas políticas imperantes en el país
principalmente del ejército. Por ello, concedió la amnistía a Francisco villa y
saturnino Cedillo, y a cambio de rendirse y colaborar en la estabilidad del
país les otorgo tierras, producto del reparto agrario. Otra delas
preocupaciones del gobierno obregonista fue obtener el reconocimiento de los
estados unidos. Cuando obregón fue electo, las cámaras de comercio de la ciudad
de nogales y Tucson, Arizona enviaron representantes a la toma de protesta de
la ciudad de México; como muestra de gratitud, obregón les regalo sarape con la
imagen de George Washington bordada en él. Está relación entre comerciantes de
Arizona y sonora había sido construida años atrás, durante la revolución, por
parte del mismo obregón y Plutarco Elías calles. Dicha relación binacional entre México y estados
unidos era importante, ya que en caso de una nueva revuelta armada en su
contra, obregón deberían usar el apoyo de estados unidos, que capitalizo a
inicias de 1923,con el tratado de Bucareli. Si embargo, tuvo que hacer ciertas
concesiones con EE.UU, sobre todo en materia agraria y de petróleo, ya que la
política nacionalista del artículo 27 constitucional los intereses de las
compañías extranjeras en México.
Adolfo de
huerta, convencida por algunos de sus partidarios, lanzo su candidatura a la
presidencia de la república para el periodo 1924-1928contado con el apoyo de
partida liberal, pero obregón apoyada a calles, lo que para el provoco la
rebelión denominada delahuertista, que dio inicio a fines de
1923. Todos los personajes en el escenario político que podía dar batalla a
obregón había murto, como lucio blanco y villa en 1923. Los delahuertistas
fueron derrotados y su líder salió expatriado
a panamá en 1924, mismo año en que calles fue electo presidente.
Al entrar
calles a la presidencia, obregón se retiró
a las labores del campo. Aprovecho los
créditos otorgados por el Banco Agrícola para desarrollar sus plantaciones, y así
cosecho garbanzo, trigo y algodón. Inicio un negocio de combustible para autos,
una novedad en el país, por lo que solía
frecuentar las principales ciudades de estados unidos, como chicago y los
Ángeles.
TRATADOS DE BUCARELI
En
1920, las relaciones entre México y los Estados Unidos eran tensan porque el
gobierno de Obregón no era reconocido por el de Estados Unidos, que exigía la
derogación de algunos artículos de la Constitución de 1917, entre ellos el 27,
por lesionar sus intereses económicos.
Para
Obregón el reconocimiento de su gobierno era prioritario porque restaría fuerza
a sus enemigos internos, que también buscaban el apoyo de los norteamericanos.
Aunque
todavía subsistía la influencia nacionalista de Carranza quien pretendía romper
toda dependencia económica con el extranjero, Obregón, menos radical, creía que
las inversiones extranjeras eran necesarias para reconstruir la economía del
país. Estados Unidos condicionó el reconocimiento a su gobierno a la firma de
un tratado que garantizara los derechos de propiedad de los estadounidenses
radicados en México.
En
1921, Obregón recibió un proyecto de tratado “de amistad y comercio”, en el que
Estados Unidos se pronunciaba en contra de la nacionalización de los bienes de
sus ciudadanos, de la aplicación retroactiva del decreto del 6 de enero de
1915, instrumentado por Carranza en el cual se reconocía la propiedad comunal
mediante la restitución y dotación de tierras a los grupos indígenas y
particularmente, en contra de la Constitución de 1917.
Obregón
reiteró que respetaría los derechos adquiridos por los estadounidenses pero no
aceptó el proyecto porque “hay temas que sólo el poder judicial puede
resolver”. Las condiciones eran: especificar en el contenido del artículo 27
constitucional la situación legal en la que quedan la industria petrolera y las
propiedades agrícolas de los extranjeros; reanudar el pago de la deuda externa
-suspendida por Carranza-; y pagar compensaciones a los extranjeros por daños a
sus personas o propiedades que hubieran sufrido durante la revolución.
Dado
que Obregón se había mantenido en el gobierno sin el reconocimiento
estadounidense y la imagen negativa que causaba el no reconocimiento, los
estadounidenses buscaron negociar. El 15 de mayo de 1923, los delegados de
México -Fernando González Roa y Ramón Ross- y de Estados Unidos –Charles Warren
y John H. Payne-, acuerdan la firma de dos tratados y un pacto extraoficial,
relativos a la creación de una Convención Especial de Reclamaciones para
atender las hechas por los norteamericanos por pérdidas y daños por actos
revolucionarios entre 1910 y 1920; la creación de una Convención General de
Reclamaciones para ajustar las hechas por ciudadanos de los dos países desde
1868; el pacto se relaciona con la reglamentación del artículo 27 de la
Constitución, la indemnización por tierras expropiadas a norteamericanos para
la restitución y dotación de ejidos y la protección de las inversiones
petroleras norteamericanas hechas antes de la Constitución de 1917. Se acuerda
el pago en efectivo para las indemnizaciones y se reconocen derechos y
concesiones otorgados antes de 1917 a propietarios norteamericanos para que
puedan seguir explotando petróleo.
El 31
de agosto, el gobierno norteamericano reconoció oficialmente el gobierno de
Obregón, pero los llamados Tratados de Bucareli desencadenarán una leyenda
negra porque las minutas o actas de las conversaciones sobre propiedad del
subsuelo, reforma agraria, petróleo, propiedad de extranjeros en las costas
mexicanas, derechos religiosos y demás temas preocupantes para los
inversionistas norteamericanos, no tendrán validez formal y quedarán en calidad
de un “acuerdo de caballeros”, que aparentemente compromete sólo a Obregón,
pero no a sus sucesores.
LA CREACIÓN DE LA SEP
De acuerdo con las ideas defendidas por Carranza acerca de la autonomía municipal, en la Constitución de 1917 se suprimió la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, pues contraria a la aspiración de democratizar la administración educativa, sólo abarcaba al Distrito Federal y los territorios federales.
Si bien existían buenas intenciones, los municipios fueron incapaces de afrontar la problemática educativa y ya para 1919 la educación pública resentía gravemente la falta de una adecuada organización: tan sólo en el Distrito Federal quedaban abiertas 148 de las 344 escuelas existentes en 1917.
Con la llegada de Adolfo de la Huerta al poder, se iniciaron los cambios para remediar a esta situación.
En primer término se le otorgó al Departamento Universitario la función educativa que tenía el gobierno del Distrito Federal.
Para cumplir con la democratización de la administración educativa y con los postulados del Artículo Tercero Constitucional, era ya necesaria una acción a nivel nacional, pues no bastaba con sólo declarar la educación gratuita, laica y obligatoria: se necesitaba tomar medidas para realizarla.
El proyecto de crear una Secretaría de Educación Pública Federal requería de una reforma constitucional; en tanto esto ocurría, asumió la rectoría de la Universidad Nacional el Licenciado José Vasconcelos Calderón, quien se había revelado como uno de los más firmes partidarios de dar a la educación carácter federal.
Como rector de la Universidad y titular del Departamento Universitario, el Lic. Vasconcelos inició la formulación práctica del proyecto emprendiendo diversas medidas con el objeto de reunir a los distintos niveles educativos; depuró las direcciones de los planteles, inició el reparto de desayunos escolares y llevó a cabo su idea fundamental: que la nueva Secretaría de Educación tuviese una estructura departamental.
Los tres departamentos fundamentales fueron:
1. El Departamento Escolar en el cual se integraron todos los niveles educativos, desde el jardín de infancia hasta la universidad.
2. El Departamento de Bibliotecas, con el objeto de garantizar materiales de lectura para apoyar la educación en todos los niveles, y
3. El Departamento de Bellas Artes, para coordinar las actividades artísticas complementarias de la educación.
Más adelante se crearon otros departamentos para combatir problemas específicos, tales como la educación indígena y las campañas de alfabetización.
Vasconcelos asumió las tareas educativas desde la perspectiva de la vinculación de la escuela con la realidad social; en su discurso de toma de posesión como rector de la Universidad afirmó:
"Al decir educación me refiero a una enseñanza directa de parte de los que saben algo, en favor de los que nada saben; me refiero a una enseñanza que sirva para aumentar la capacidad productiva de cada mano que trabaja, de cada cerebro que piensa [...]Trabajo útil, trabajo productivo, acción noble y pensamiento alto, he allí nuestro propósito [...] Tomemos al campesino bajo nuestra guarda y enseñémosle a centuplicar el monto de su producción mediante el empleo de mejores útiles y de mejores métodos. Esto es más importante que distraerlos en la conjugación de los verbos, pues la cultura es fruto natural del desarrollo económico [...]"
Con estas ideas y a través de la publicación del decreto en el Diario Oficial de la Federación, se creó la Secretaría de Educación Pública el 3 de octubre de 1921.
MISIONES
CULTURALES
Las Misiones Culturales fueron un proyecto que en México surge desde el origen de la Secretaría de Educación Pública (SEP), creada en 1921 durante el gobierno de Álvaro Obregón y teniendo como primer secretario a José Vasconcelos, siendo un eje fundamental dentro de la gran “cruzada contra la ignorancia” que Vasconcelos propugnaba y buscaba incorporar a los indígenas y a los campesinos al proyecto de nación civilizada1 y difundir en ellos un pensamiento racional y práctico para terminar con el fanatismo religioso, los hábitos “viciosos” y llegar a un saneamiento corporal y doméstico. En su origen, la labor de la SEP tenía por objeto llevar la educación a todos los rincones del país, haciendo un esfuerzo enfático en llegar a las comunidades rurales y rurales indígenas se buscó establecer escuelas rurales en zonas indígenas, y en este respecto se hizo a través del Departamento de Educación y Cultura para la Raza Indígena, después de una búsqueda en el país de lugares donde se necesitaran. Los datos sobre los primeros misioneros varían entre los primeros reportes, esto debido a que no es sino hasta octubre de 1923 que se expide el Plan de las Misiones Federales de Educación y hasta febrero de 1926 se establece la Dirección de Misiones Culturales y antes de esto, las labores de los misioneros no estaban burocráticamente bien consignadas.
Los maestros misioneros capacitaban a maestros locales en cuestiones de economía local pero también en música, canto, teatro y artes plásticas. Algunos misioneros del gremio artístico fueron: Leopoldo Méndez, Pablo O'Higgins, Fernando Gamboa, Ramón Alva de la Canal, Ángel Bracho, Francisco Dosamantes y Alfredo Zalce.
REPARTO
AGRARIO
Una vez en la Presidencia, Obregón impulsó a la reforma agraria expropiando latifundios y tierras mal cultivadas que repartió entre los campesinos de los estados de México y Morelos.
Obregón no tenía la intención de afectar de manera seria los grandes latifundios productivos. Pero, al mismo tiempo, se deseaba favorecer a la población rural que había sido, y seguía siendo, uno de los principales soportes de los gobiernos revolucionarios. Las puertas que abrió el régimen de Obregón para una mejor organización del mundo rural no fueron aprovechadas por la dirigencia política queretana, todavía renuente a tocar una de las fuentes de trabajo más lucrativas de la entidad.
Tras el asesinato de Álvaro Obregón en 1929 el proyecto agrícola para el país diseñado durante el régimen de Obregón y Calles, se trastocó radicalmente en un proyecto agrario. Dicha transformación no pudo realizarse de manera pacífica tanto por la oposición de los propietarios y las demandas de los rancheros como porque los dirigentes nacionales se encontraban divididos.
ASESINATO DE VILLA
Poco a poco Villa regresó a su actividad guerrillera y también fue sufriendo la escasez de armas. Así se mantuvo de 1917 a 1920, salvo un período de resurgimiento, cuando Felipe Ángeles volvió al país para luchar a su lado. Adolfo de la Huerta, al asumir la presidencia interina del país como fruto del movimiento de Agua Prieta, gestionó la rendición de Pancho Villa.
El 26 de junio de 1920 Villa firmó los convenios de Sabinas, en Sabinas Coahuila, obligándose a deponer las armas y a retirarse a la Hacienda de Canutillo (en Durango), que el gobierno le concedió en propiedad por sus servicios prestados a la revolución.
Álvaro Obregón llegó a la presidencia de México y cuando hubo consolidado su posición, toleró o abiertamente promovió algunos planes para asesinar a Pancho Villa. Durante la Rebelión de la huertista que pretendía impedir la imposición del general Plutarco Elías Calles, ante el temor de que Pancho Villa nuevamente se levantara en armas, se decide matarlo.
El general Calles contactó con el coronel Lara para asesinar a Villa; le ofreció cincuenta mil pesos y el ascenso al grado de general. No se duda de que intervinieron elementos estadounidenses en la eliminación de Villa. Pancho Villa fue emboscado y asesinado la tarde del 20 de julio de 1923, cuando se dirigía a una fiesta familiar en Parral, Chihuahua.
Su cadáver fue decapitado. En esta profanación intervinieron ayudantes locales y el estadounidense Handal, pagado por el rey de la prensa estadounidense, William Randolph Hearst, quien desembolsó cinco mil dólares por la cabeza de Villa, trocada en dantesco trofeo.
REBELION DE LA HUERTISITA
Se conoce con el nombre de rebelión delahuertista el levantamiento iniciado por Adolfo de la Huerta en contra del presidente Álvaro Obregón y de su candidato a la presidencia Plutarco Elías Calles.
Tras el triunfo del Plan de Agua Prieta, ocupó la presidencia interina de la república el ex gobernador de Sonora y Jefe militar del Ejército Constitucionalista Liberal, Adolfo de la Huerta, apoyado por Obregón y Calles. De la Huerta duró en el poder desde el primero de junio de 1920 hasta el 30 de noviembre de ese mismo año. Al día siguiente, Obregón tomó posesión de la presidencia.
Sin embargo, hacia el final del gobierno de Obregón, cuando era necesario convocar a elecciones presidenciales, el antiguo 'Partido Liberal Constitucionalista', formado sobre la base de los rebeldes de Agua Prieta, se escindió en dos facciones. Por un lado, los obregonistas que apoyaban la candidatura del general Elías Calles, y por el otro los delahuertistas, que apoyaban a Adolfo de la Huerta. La presión al interior del partido ocasionó que en diciembre de 1923 se levantara en armas la segunda de estas facciones, argumentando que no estaban de acuerdo con el dedazo de Obregón en favor de Calles.
El 22 de diciembre de ese mismo año, Obregón ordenó a un piloto duranguense, de nombre Ralph O'Neill, el bombardeo de la ciudad de Oaxaca desde el avión Quetzalcóatl, sin embargo, O' Neill se negó, argumentando que el avión estaba en mal estado. Obregón debió enfrentar militarmente a los delahuertistas y los venció finalmente en febrero de 1924. Hay que señalar que el gobierno de Obregón recibió el apoyo del gobierno estadounidense en forma de aviones de combate y munición para enfrentar la rebelión.
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